¡Qué poco que se agita
aún mi niño en mí!
Renace en los momentos
de frescura que pronto
algo extermina. Vivo
como un zombie cegado
por su propia impotencia.
(Vivo para negar
lo que dejó tu nombre.)
Zombie que se rehúsa
a alejarse del muelle
en el que boya, ducho
en su propio rencor.
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