Una pared y, en torno,
libros como promesas
que fallaron. La vida,
ese absurdo insaciable,
mata toda esperanza
una por una. Sí:
falta poco. La noche
irrevocable tiñe
ya mis días de negro.
En el final se oculta
nada más que un olvido
que se prolongará
indefinidamente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario