Ya no tengo palabras
en la mente. La angustia
es tensa lobreguez
y vísceras ardiendo
en un infierno mixto.
Es algo que se expande
inexorablemente
desde este pecho o loza
hacia el mundo, al que encierra
sin el menor escrúpulo.
No se puede ser bueno. Tampoco malo. Todo es como si estuviera prefijado. La noche alumbra las cadenas que nos rigen. No hay nadie que...
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