Como si hubiera olvido, como si
la muerte se acercase,
liberadora, llueve. A mis espaldas
escucho cómo caen
innumerables gotas que percuten
suavemente en la palta
y la renuevan. Sé que en unas horas
esta lluvia que todo
pareciera limpiarlo habrá partido
y que la pena, lazo
que ajusta, tornará y que la memoria
volverá a constreñir
la sensación. Ahora llueve. Siga,
susurro, este presente.
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